Una piel grasa es una piel que se caracteriza por una sobreproducción de sebo. El sebo es la grasa natural de la piel. Esta sustancia ayuda a la piel a protegerse contra las agresiones externas, cubriéndola de una pequeña película aceitosa. Sin embargo, su exceso puede provocar un desequilibrio en la barrera cutánea.
Pero ¿puede una piel grasa estar deshidratada?
Por supuesto, las pieles grasas también necesitan hidratación y este es uno de los principales errores que se cometen con este tipo de piel. La limpieza en exceso, la utilización de productos muy agresivos o la falta de hidratación pueden convertir tu piel en una piel grasa deshidratada.
¿Cómo puedo identificar si tengo una piel grasa deshidratada?
- Aspecto apagado: la falta de agua puede visibilizarse en tu piel mostrándola apagada y poco luminosa.
- Falta de elasticidad: ya que la dermis no retiene suficiente agua como para mantenerla sana y cuidada.
- Poros dilatados y “estrías de deshidratación”: unas finas líneas que aparecen al tensar los músculos faciales. Algunas zonas del rostro se pueden llegar a descamar.
- Mayor sensibilidad y tendencia a irritaciones y rojeces.