A la hora de decantarnos por un producto cosmético u otro, prestamos especial atención al lenguaje cosmético, a sus reivindicaciones, es decir, las propiedades del mismo y lo que promete hacer por nosotros. Estas reivindicaciones las podemos encontrar en el packaging del producto, en su catálogo o en su página web.
Tener clara la definición de una palabra en un contexto es clave para poder entender su significado y apreciar su valor. A veces, esta definición no se expresa correctamente y da lugar a la confusión del consumidor.
Hoy, queremos poner algunos ejemplos para aclarar algunas de las palabras incorrectas que más se suelen repetir en el lenguaje cosmético. Estate atenta para que puedas comprar tus cosméticos con todo el conocimiento de lo que significan sus reivindicaciones.
- La reivindicación “sin químicos” esta mal utilizada ya que todo es químico. En la mayoría de los casos los fabricantes quieren decir “de origen sintético”.
- La reivindicación “sin compuestos tóxicos” también está mal utilizada. Un tóxico es aquella sustancia que es venenosa o causa lesiones debido a un efecto químico. Como bien dijo Paracelso “La dosis hace el veneno”, por lo tanto, muchas sustancias (incluso el agua) pueden ser tóxicas, todo depende la dosis en la que se utilicen.
- Otros claims que pueden llevar a equivocación son las reivindicaciones sobre el testado en animales; “no testado en animales” o “cruelty free”. Desde 2013 está prohibido introducir en el mercado productos que, tanto el producto final como las materias primas, hayan sido testados en animales. Además, tanto los claims “libre de” como los “no testado en animales” están prohibidos por la Reglamentación de reivindicaciones cosméticas. Por lo tanto, añadir esta reivindicación está confundiendo a los consumidores respecto al resto de productos que evidentemente cumplen esta regulación, aunque no la reivindiquen en sus cosméticos.
Por lo tanto, añadir esta reivindicación estamos confundiendo a los consumidores respecto al resto de productos que evidentemente también cumplen esta regulación.
NATURAL, VEGANO, ORGÁNICO…
Ahora llegamos a otras palabras que se ven mucho en las etiquetas y aunque parezcan iguales, no lo son y cada una de ellas conlleva una serie de detalles. Estas son: natural, vegano, orgánico…
Para poder diferenciarlas, hay que tener bien claro a que se refiere cada una.
- La reivindicación natural viene en función de su origen y hay dos tipos: natural o sintético. Dentro del origen natural, se divide en: vegetal, mineral o animal.
- La reivindicación orgánica se refiere a la manera de obtención de los ingredientes. En este caso, hablamos de ingredientes que provienen de una agricultura ecológica donde no se utilizan pesticidas.
- Por otra parte, la reivindicación de vegano hace referencia al origen de los ingredientes. No incluyeingredientes de origen animal, pero sí que puede llevar ingredientes de origen natural vegetales y minerales y sintéticos.
En definitiva, es importante que los laboratorios utilicemos bien el lenguaje cosmético en nuestras estrategias de marketing para no crear malos entendidos en el consumidor “lost in translation”. Esperamos que este post os ayude a saber exactamente qué estamos comprando y por qué y qué tiene sentido como reivindicación y qué no lo tiene.
ANA Mª HERNÁNDEZ
SAFETY AND REGULATORY AFFAIRS MANAGER